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Los gatos senior requieren atención especial para detectar y prevenir enfermedades antes de que afecten su calidad de vida. Una revisión geriátrica anual permite evaluar su estado de salud y actuar a tiempo.
En nuestro centro ofrecemos un chequeo completo para gatos en edad avanzada, con un enfoque preventivo y adaptado a sus necesidades.
¿Qué incluye la revisión geriátrica
Una revisión a tiempo puede ser clave. Llámanos para agendar su revisión.
Aunque tu gato no salga de casa, el paso del tiempo puede predisponerlo a desarrollar ciertas enfermedades comunes en la edad adulta y geriátrica. Algunas de las más frecuentes son el hipertiroidismo, la hipertensión arterial y la insuficiencia renal crónica (ERC).
La hipertensión felina es especialmente preocupante en gatos mayores de 7 años, ya que puede provocar daños irreversibles en órganos vitales como el corazón, riñón, cerebro, ojos e hígado.
La hipertensión en gatos es una enfermedad silenciosa que avanza sin dar señales evidentes en sus primeras fases. Cuando los síntomas aparecen, la enfermedad suele estar en un estado avanzado. Algunos signos de alerta incluyen:
Detectarla a tiempo es clave para evitar consecuencias graves e irreversibles.
Sí, y la mejor forma de hacerlo es mediante controles veterinarios regulares. Dado que los síntomas pueden pasar desapercibidos, se recomienda realizar una revisión anual a partir de los 7 años de edad para detectar cualquier alteración antes de que cause daños.
Si tu gato ya ha sido diagnosticado con hipertensión, existen tratamientos específicos que ayudan a controlar la enfermedad y proteger su salud a largo plazo.
La insuficiencia renal crónica (IRC) es una de las enfermedades más frecuentes en gatos, especialmente a medida que envejecen. Se estima que 1 de cada 3 gatos mayores de 15 años la desarrolla, lo que la hace hasta tres veces más común en gatos que en perros.
Aunque puede presentarse en cualquier edad, su progresión suele ser lenta y, en muchos casos, sus síntomas pasan desapercibidos hasta que la enfermedad está en un estado avanzado.
Los signos clínicos más frecuentes incluyen:
A medida que la enfermedad avanza, el cuerpo pierde la capacidad de eliminar toxinas de manera eficiente, lo que puede generar complicaciones graves si no se maneja adecuadamente.
Si bien la insuficiencia renal crónica es irreversible, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden mejorar la calidad de vida del gato y ralentizar su progresión.
El tratamiento se enfoca en controlar los síntomas y reducir el impacto de la enfermedad. Dependiendo del caso, puede incluir:
El diagnóstico temprano es clave. Si tu gato tiene más de 7 años, una revisión geriátrica puede ayudar a detectar esta enfermedad antes de que avance.
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